La conquista social de la Tierra by Edward O. Wilson

autor:Edward O. Wilson [Edward O. Wilson]
La lengua: spa
Format: epub
ISBN: 6d5b0f15a7810ec64e59da1bc8b2ca9b3e816cf6
editor: Penguin Random House Grupo Editorial España
publicado: 2012-08-30T00:00:00+00:00

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El surgimiento de una nueva teoría de la eusocialidad

El origen evolutivo de cualquier sistema biológico complejo solo puede reconstruirse correctamente si se considera como la culminación de una sucesión de estadios que se recorren desde el principio al final. Empieza con fenómenos biológicos conocidos empíricamente en cada estadio, si es que se conocen, y explora la gama de fenómenos que son teóricamente posibles. Cada transición desde un estadio al siguiente requiere modelos diferentes, y cada uno necesita situarse en su propio contexto de causa y efecto potenciales. Esta es la única manera de llegar al significado profundo de la evolución social avanzada y de la propia condición humana.

El primer estadio concebible en el origen de la eusocialidad, que implica una división del trabajo que aparentemente es altruista, es la formación de grupos dentro de una población de individuos que, por otra parte, son solitarios y que se mezclan libremente. En teoría hay muchas maneras en las que esto puede ocurrir en realidad. Los grupos pueden congregarse cuando los lugares de nidificación o los recursos alimentarios en los que la especie se ha especializado son de distribución local, o cuando padres e hijos permanecen juntos, o cuando columnas migratorias se ramifican repetidamente antes de instalarse, o cuando las bandadas siguen a guías hasta áreas de alimentación conocidas. Incluso pueden reunirse aleatoriamente por atracción mutua local.

La manera en que los grupos se forman tiene probablemente un efecto profundo sobre la probabilidad del avance hacia la eusocialidad. La manera más importante incluye estrechar la cohesión y la persistencia del grupo. Por ejemplo, tal como he señalado, todos los linajes evolutivos conocidos con especies primitivamente eusociales que sobreviven (en las avispas aculeadas, las abejas halictinas y xilocopinas, un camarón que anida en una esponja, los termes termópsidos, los pulgones y trips coloniales, los escarabajos de ambrosía y las ratas topo desnudas) poseen colonias que construyen y ocupan nidos defendibles. En unos pocos casos, individuos no emparentados unen sus fuerzas para crear las pequeñas fortalezas. Por ejemplo, colonias no emparentadas de Zootermopsis angusticollis se fusionan para formar una supercolonia con una única pareja real después de repetidos combates. En la mayoría de los casos de eusocialidad animal, sin embargo, la colonia empieza a partir de una única reina inseminada (por ejemplo en los Himenópteros) o de una pareja apareada (termes). Por lo tanto, en la mayoría de los casos la colonia crece por la adición de descendientes que sirven como obreras no reproductivas. En unas pocas especies más primitivamente eusociales, el crecimiento se acelera por la aceptación de obreras ajenas o por la cooperación de reinas fundadoras no emparentadas.

Agruparse por familias puede acelerar la extensión de los alelos eusociales, pero no lleva por sí solo a un comportamiento social avanzado. El agente causativo del comportamiento social avanzado es la ventaja de un nido defendible, especialmente uno costoso de hacer y al alcance de un suministro sostenible de comida. Debido a esta condición primaria en los insectos, el grado de parentesco genético cercano en la primitiva formación de colonias es la consecuencia, no la causa, del comportamiento eusocial.

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